Nacida y parcialmente criada en la quinta región. Nunca me canso de estar cerca del mar y caminar escuchando como ruge o las aves cuando está más tranquilo.
Este fin de semana nos escapamos para ver como había quedado la remodelación del Muelle Vergara en Viña. Estuvo tantos años botado que ya casi lo había olvidado. ¿10 o 15 años?
Te recuerdo Muelle Vergara
Recuerdo que tenía un restaurant y habían negocios tipo quioscos para recorrer como continuación de la feria artesanal, que se encuentra junto al parque paralelo al mar.
Quedé gratamente sorprendida por la buena calidad de la restauración que hicieron. En la Entrada del muelle se encuentran unos paneles de información retroiluminados, en acrílico y acero inoxidable. Parte de la información esta en Braille para las personas en situación de discapacidad visual.
El muelle tiene sus columnas al mar reforzadas y solidas, el piso cubierta con madera solida en buen estado y la grúa, que no se utiliza, elegantemente cubierta en pintura negra. Rodeando el paseo peatonal, cubiertas para pescadores, demarcadas y con mesones para realizar sus faenas. Poner carnadas o quizás la limpieza rápida de una presa, para quienes se divierten realizando la pesca deportiva y quizás ocasional.
Hay otra plataforma anexa, que hace un acercamiento a la grúa. Se puede apreciar un poco más de cerca sus mecanismos, remaches, cadenas y piezas. Por su altura y complejidad, por el entorno de mar, sorprende.
Un paseo de unos 30 minutos o 1 hora total, descansando a ratos en sus bancas centrales, es super recomendable.
Miles de recuerdos, caminando con mis papás, pescando y comiendo las machas que utilizábamos de carnada, la idea de tener cerca a mis abuelos.
Para remate al terminar el paseo y haber sentido el viento marino en su esplendor, pasamos por unos churros con manjar que estaban mundiales. Un paseo redondito.