Viajar Vivir Septiembre 26, 2017

Escapada por el finde: Las Trancas

Las trancas vista desde la habitación

En Julio de este año tuve una pequeña crisis de “quiero irme de vacaciones ahora o mataré a alguien”. El deseo y sensación intangible fue: necesito relajarme hasta quedar inconciente y seguir así por horas, dias, semanas….

El relajo lo visualicé como una tina con agua caliente, una gran tina donde perdiera los límites… Una hermosa terma apareció en mis sueños y como estaba sentada en el computador comencé a buscar termas cerca de Santiago, pero no encontré nada que me atrapara. Pero naaada.

Me acordé de mi amiga Karin que es instructora de esquí, no la veo hace 5 años y vive en Las Trancas, un valle que está al a 5 minutos de las termas de Chillán. Todo calzó pollo.

Gracias a Groupon (mi aliado en varios temas) encontré un hotel exquisito, por 3 noches, a muy buen precio.

Las Trancas

El hotel se llama Borde Andino y cuenta con todo lo que quería, bellos espacios comunes, desayuno incluido, wifi y mucha nieeeeeveeeee!!! Que maravilla.

Hotel Borde Andino, cafeteria

Hotel Borde Andino, cafeteria

Vista a la piscina congelada y los “Hot Tube”

Ir a esquiar, el centro de esquí

Muchos lugares donde arrendar equipo en el camino. Me dieron el dato de “El Frances”, donde el equipo de esquís más botas nos salió a $15.000 por c/u. Bien, precio razonable. Ojo con como meten los esquís dentro del auto, nosotros nos ganamos un par de rayones en los plásticos. Nada, solo parte de las heridas de guerra.

El centro de esquí son montañas llenas de nieve y arboles. Nada que ver con el paisaje desértico de los centros de esquí de Santiago. Esto es mucho mas Frozen.

Las instalaciones son algo viejas… creo que es el punto bajo, mucho fierro viejo que se ve algo a mal traer.

La gente cálida. A falta de calor en la calle la gente derrocha buena onda y simpatía.

 

Las noches

Como en todos lados la reina es la pizza y le sigue el sushi. Todo algo caro. Bueno, es típico de los centros de esquí y de los lugares aislados o de difícil acceso. La coca de medio cerca de $1.500. Nota para la próxima: llevar más cosas que uno cree básicas. No encontré carnicería ni farmacia. No hay cajeros (ATM). ¿En que lugar no hay cajeros? pues acá.

Vista desde la puerta del Hotel

En general nos entramos temprano, mi hija quedaba agotada y era mejor aprovechar la luz del día.

 

Las termas

Karín me llevo a unas piscinas deliciosas dentro del hotel Nevados de Chillán. Piscinas super bien construidas, agua que sale desde brotes dentro de la piscina y con el olor mineral típico de las aguas volcánicas, pero bastante suave, nada que molestara.

Lo rico del paseo era que la piscina estaba rodeada de más de 1.50 mt de nieve, entonces cuando nos daba calor, nos refrescábamos frotándonos hielo en piernas y brazos. Una proeza para ambas.

Además teníamos bar a la piscina, ejalé! Así que por salud nos tomamos un par de cervezas heladitas. Obvio que para botar las piedras en los riñones. Espero que funcione. Lo malo de las instalaciones eran los camarines mixtos y lo lejos del baño.

Sensaciones

Siendo muy playera, confieso que la nieve es mi segundo amor. Los paisajes que dibuja son de cuentos, la atmósfera, los colores fríos, los destellos. Las transparencias y reflejos de la nieve, la luz potente y la cercanía al cielo hace que todo se vuelva un deleite para los sentidos.

Un descanso de todo, de lo habitual de la ciudad, del ritmo apurado del entorno para abrazar el ritmo de esquiar y de un pájaro carpintero trabajando a lo lejos.

Me llevo mucho cariño y felicidad de haber conocido este valle precioso, que me hizo soñar, me dio paz y alegría. También la alegría de haberme reencontrado con las calidas sonrisas de viejas amistades.

A las termas. Aquí olvido tooodo

A las termas. Aquí olvido tooodo

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