Invierno, frío, ropa abrigada, capas de tela sobre la piel. Creo que el tiempo donde veo menos mis piernas y donde más sufren por dejarlas de lado.
Me da frío atroz, mi departamento no está full calefaccionado por lo que el buzo y calcetines largos reinan en mis tardes.
Me da una lata atroz encremarme porque siento que la ropa se me pega en la piel, especialmente después de la ducha. (extraño mi bata, nota mental, volver a tener una).
La única solución que se me ocurrio fue buscar aceites corporales para aplicar cuando ya estoy en la cama, que no manchen y se absorvan rápido, nada de quedar pegajosas y aprovechar de hacerme un masajito de cariño / descanso antes de dormir.
Encontré estos dos que me parecieron buenos y me recomendó la chica que me atendió. El primero Newen de hibiscus y algas marinas, es aceite corporal reafirmante y anticelulitis. Lo abrí primero y en la noche lo estoy aplicando con un cepillo natural en muslos primero y luego hasta el tobillo. Por ahora solo les puedo decir que tiene un maravilloso olor y tengo puesta mi fé que también me baje la celulitis junto con el cepillo de aplicación, obvio. No he sido súper ordenada con su aplicación, pero vamos a ver como me va. El otro es uno de Weleda que siempre me ha gustado la marca pero no había probado este producto. Es el siguiente en mi lista.
Mi piel se ve más cuidada y nada de seca, por ese lado va cumpliendo su objetivo. Estoy con toda la fe para que mi piel recupere su salud, después de otro crudo invierno.
¡Y tú, como cuidas la piel de tu cuerpo en invierno?