Cajas, cajitas, de madera, de metal, de tela y nunca muy ordenadas.
Creo que uno de los problemas graves que tengo es la falta de orden en mis cosas y creo que es algo que inunda y molesta. El desorden se me manifiesta en pequeñas cosas cotidianas y afecta mucho más de lo que creemos. Afecta la productividad, la concentración, nos hace perder tiempo en recordar donde está algo o porque simplemente no lo encontramos. Afecta la organización y en este caso afectaba mi tiempo, mi presentación y mis compras ya que no recordaba ni cuantos collares tenía, su estado o si me seguían gustando.
Simplemente olvido, simplemente algo de caos.
Pensé varios meses soluciones, busqué en pinterest ideas, pero nada se acercaba a mi. Mi espacio para guardar y exhibirlos era detrás de mi puerta (ya que mi habitación no es solo mía) y por lo mismo tampoco puede ser taaaaaan femenino, ya que con collares colgando se entiende que es “mi zona”.
Con esto en mente me centré en marcos de cuadros y cajas de madera para colgar, pero detrás de la puerta no cabían o eran demasiado “visibles”, protagonistas del espacio.
Con todo esto se me ocurrió algo mejor, utilizar los sencillos colgadores de paños o utensilios metálicos. Simple y claro.
Ahora tengo todos mis collares ordenados, a la mano y visibles a la vez. Lo mejor para no perder el escaso tiempo de la mañana.